Continuo la serie del viaje que hice por el país con la familia, con el firme proposito de no dejarlo colgado como me ha pasado con otras crónicas de viajes que he comenzado. Antes de comenzar solo quiero comentar muy brevemente que ahora mismo esto esta en un nuevo servidor y que esta patrocinado por RedCoruna. Ya hablaré más de esto, pero solo adelantar que estoy muy contento 🙂
En esta ocasión toca hablar de la segunda ciudad visitada, Nara, sin duda una de mis preferidas en Japón. Todo el mundo que viene ahora sabe que Nara esta lleno de templos y de ciervos, pero yo cuando vine hace 5 años no sabía ni lo uno ni lo otro. En esta ocasión mi familia estaba sobre aviso, sabia que había un porrón de templos y de ciervos, pero aún así lo fliparon un montón. Nada más llegar mi familia no se como consigue siempre acaparar toda la atención del lugar:
Al llegar lo típico es que la gente alucine con el primer ciervo que ve, es por ello que los primeros están extremadamente cebados:
Según te vas internando en el parque de Nara vas viendo más ciervacos, mejores templos y mejores posibilidades de fotos:
La semana en la que viajamos se supone que era la buena para el Sakura, por lo que pudimos ver bastantes estampas bien bonitas. Lo malo es que debido a que había un tiempo bien raro que un día hacía frío y otro día calor no estaba muy claro en que estación estábamos y si no nos dábamos cuentas nosotros, menos los pobres árboles de sakura, que no termina de estar todo repleto, pero aún así buenas fotos se podían sacar.
Ahora os dejo con una pequeña tanda de fotos, para que veais que en ese viaje aprendimos a «rezar» al estilo nipón:
Al viaje nos llevamos por supuesto a «Oishii» que es el quinto miembro de la familia, y es que como en casa nos hemos ido los dos hijos mis padres se sentían solos… en fin, no ahondaré más en el tema que lo mismo pensáis que en mi familia estamos de la olla…
Aquí el templo donde se encuentra el gran daibutsu, es decir un gran Buda, el más grande de Japón si no me equivoco… el templo en sí me pareció bien bonito:
Mis padres de nuevo atrajeron atenciones e hicieron amigos otra vez. Se trataba de un grupo en prácticas de guías turísticos que nos hicieron de guías en el templo éste, y como lo hacían en inglés pues mi hermana ejerció de interprete simultanea, lo cual fue bastante impresionante, y es que suena fácil, pero hacer traducción simultanea es BIEN chungo!
A la salida de los templos siempre había lugares donde ardía incienso purificador:
Por cuestiones que no vienen a cuento terminamos comiendo en un McDonald, y bueno fue bastante divertido:
Después de esto se puso el tiempo un poco más raro, así que lo que estuvimos haciendo fue ver las calles más tradicionales de Nara, pero a mi ya no me quedaban energías de llevar la cámara de kilo y medio en la mano así que se quedo en la mochila. Tras esto volvimos a nuestra base de operaciones en Osaka donde nos derrumbamos en los sofas del hotel con unas Asahis. Y ahí dimos por terminado el día, había que retomar fuerzas, que al día siguiente había que ver Kyoto.
Y la peste que echan los ciervos? A mi me gustaban hasta que fui a Nara… parecen ratas grandes!
Jeje. Se supone que el buda es el más grande que hay en el mundo, bajo techo. Y el templo, la construcción más grande del mundo, de madera. Pero puede que esté equivocado 😛
Si a mi también me suenan esos datos, pero como no estaba seguro y no me apetecía contrastarlos pasé de ponerlos 😛
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