Ahora que mi vida se ha tranquilizado un poco puedo sentarme y pensar con más calma sobre ella. Por un lado sobre la gran etapa que fue Dublín y lo mucho que la recordaré, pero bueno de eso ya habñe en mi anterior post de despedida de Dublín.
Hoy de lo que os quiero hablar es de las cenar que tuve de despedida, básicamente fueron dos, la primera con Sandra que me invitó a un restaurante francés magnífico, aquí la prueba del delito:
Y la segunda fue con la gente del piso. Inicialmente ibamos a ir a un restaurante ultra pijo cortesía de Sun Microsystems, peeeero por razones que son largas y no vienen a cuento acabamos en un restaurante libanés que era realmente increíble, os dejo las fotos para que juzguéis por vosotros mismos:
Una cervecita libanesa, que la verdad a mi me sabí a Heineken 😛
Un vinito libanés así dulzón que tenía su gracia, para ser vino tinto que no me suele gustar estaba bien.
La bebida no fue realmente el punto fuerte, lo mejor fue la comida y por supuesto la compañía!
Una lástima que esta foto quedase movida porque realmente me encanta…
Aquí se aprecia un poco más la cantidad de platos que teníamos
Esto fue lo máximo que alcanzamos a poder tomarnos de postre
Por supuesto después paseito de media hora para llegar a casa y bajar algo la comida y al llegar un ronda de almax para todos. Uno de los mejores (si no el mejor) sitios donde he cenado en Dublín.
Calidad de cenita la segunda … :)~~~~~
(Tenemos que volver alg
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