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La anécdota de mi amiga y su novio

No se porque pero de repente me apetece contaros una anécdota que no viene a cuento pero que acaba de venírseme a la cabeza. No se si algún día me dará por volver a hacer estas cosas, pero bueno esto blog ya tiene la edad suficiente para divagar.

He de decir que la historia es totalmente verídica tan solo no dar nombres para preservar la identidad de los implicados. No cuento en ningún momento quien es nadie, así que espero que nadie se me enfade y todo el mundo se le de la misma risa tonta que a mi me da cada vez que me acuerdo de la historia.

Teníamos una amiga que tenía un novio desde hacía un tiempo y siempre le decíamos que nos lo trajera que teníamos que «darle el visto bueno», quien sabe porque era… quizá por lo que pasó cuando nos presentó al anterior o sencillamente porque ya nos conocía. El caso es que se lo trajo una vez a un sitio donde pasaríamos unos días seguidos juntos. Desde luego era una prueba de fuego. Al principio al chaval se le veía bastante tímido y cortado, pero es normal al estar rodeado de unos personajes como éramos nosotros. Le tomábamos bastante el pelo pero a pesar de su timidez yo diría que pasó el corte y todos le «aceptamos» 😉 Era más fuerte el miedo que sentía a que tenía la chica esta a que le vacilásemos a que realmente ocurriese. Por ello en el momento que tratabas de vacilar al chaval una décima parte de lo que vacilabas al resto de amigos para que se sintiera integrado el chico dicha amiga te mordía la yugular rescatándolo. En esta burbuja creció la relación nuestra con este chaval a lo largo de dos días, no perdía la timidez porque la relación seguía siendo a través del condón de relación/vacile que ejercía su novia frente a nosotros. Y estando en esta situación tras dos días de convivencia continua sucedió lo siguiente:

Nos pusimos a hacer una actividad de hacer figuras con globos, si lo habéis hecho sabréis que lo más dificil del proceso, por encima de tener el arte de doblarlo como es debido, es el hecho de hincharlo en si mismo. Tras varios intentos y demás habíamos conseguido medio hinchar alguno a consta de una falta bastante vital de oxígeno en nuestro cerebro. En esta situación y unida a nuestro agilipollamiento natural empezamos un climax de estupidez. La actividad principal consistía en meternos el globo por la nariz. En realidad no entraba el globo entero si no que se desplazaba el aire hacía abajo, pero daba la sensación de que si y era absurdamente divertido ver a un amigo hacerlo. En estas que un amigo se lo saco de la nariz y yo alucine de la cantidad de globo que había entrado en su fosa nasal. Mientras me sorprendía al verlo salir vi relucir el globo de la la forma inequívoca de que allí había moquillo como es de esperar en toda nariz por otro lado. Mi amigo se percató de ambas cosas y decidió que lo mejor que podía hacer por tanto era aprovechar mi boca abierta para meter su globo mucoso…

(Pausa dramática)

Ya habéis vuelto de vomitar? Si bueno a mi es la misma sensación que me produjo, tenía claro que no iba a tragar esa saliva contaminada así que decidí escupir abundantemente al suelo. Al suelo? No! En realidad sobre la cazadora del anonadado y sobre protegido novio de nuestra amiga, del cual no volvimos a saber nunca más y al que siempre recordaré como un buen tio al que no pude conocer por llevar un condón puesto y… bueno y por escupirle en la cazadora, lo siento tio!!

5 comentarios en «La anécdota de mi amiga y su novio»

  1. JAJAJA! si es que se mascaba la tragedia, cuanto más cuidado pones es peor.
    Yo soy más partidaria de lo contrario, tratamiento de choque, si «el elegido» supera él sólo el encuentro, mejor.

  2. El chaval estará traumatizado de por vida xDDDDD

    La verdad es que yo soy más partidaria de que pasen y de pasar por «la prueba» a las bravas xD Anda que no habremos hecho perrerias a las parejas de los demás xDDD

  3. Jajaja es de esas anécdotas en las que según lees vas pensando no…..no……noooo jajajaja
    Pobre chico jaja pero bueno, todo se lava! XD

Los comentarios están cerrados.