El sofoco del verano se fue, con el las noches en vela empapado en sudor y el caminar por la calle al borde de la insolación. Pero con el verano también se van las cervecitas al aire libre, el no llevar nunca sudadera o el anochecer a una hora decente…
Ahora todo se empieza a marchitar, demasiado pronto, demasiado rápido. Las hojas se ponen rojas y amarillas lo cual tiene su belleza, mucho más que el verano de hecho, pero no nos deja de recomendar esa fatídica frase de «the winter is coming»…
Cuando el verano se va nos llega su resaca y con la resaca es cuando echas cuentas de lo hecho durante la borrachera. Te das cuenta de que ya no todo es igual ya no estamos todos… se acerca el invierno.
Siempre es fácil hablar del tiempo con desconocidos, hoy es lunes y como dice Amaral de que poco sirven los para-rayos cuando hay tormenta. Dentro de mi cabeza…
Todo muy poetico y romantico propio del otoño , pero que las tormentas se alejen de tu cabeza.
La verdad es que ya es hora de abrigarse un poco (aunque en Madrid no parece que llegue). Si siempre fuera igual sería muy aburrido 😉
Y lo bonico que se pone Tokio en otoño?? Vamos bro! 😉
Si no fuera porque hay que trabajar, el otoño sería la mejor época del año, lo tiene todo: se inaugura con el «veranillo de San Martín» que te permite ir a la playa ¡sin apenas gente!, los colorres son los más intensos del año y dentro de poco podré comer castañas asadas.
TT_TT
En verdad la mejor del mundo estas frases me recuerdan tantos momentos que eh vivido en esta época , me encanta.
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