Mata ne Vänner!
Hace ya nueve meses que comence la aventura de ir a clases de japonés en Japón. Recuerdo el primer día de clase donde todo el mundo eran unos extraños para mi. Poco a poco estos extraños fueron dejarlo de ser en mayor o menor medida y poco a poco algunos de estos ya no extraños se fueron marchando para sus relativos países para por desgracia irse convirtiendo día a día cada vez en un poco más extraños 🙁 pero desde luego nunca volverán a ser desconocidos. Una cosa que queda clara en casi todo el mundo que pasa por Japón es que se va del país diciendo las mismas palabras que Terminator: «Volveré». Es por eso que no hacemos sayonara parties (fiesta de «adios») si no matane parties (fiestas de «hasta luego»).
Estas últimas personas que se van son muy significativas y es que son las últimas que quedan desde que comencé el primer curso en esta escuela. Juntos hemos pasado 9 meses de estudio intensivo. Con ellos he vivido tardes de estudio intensivo, noches de juego locas en edificios dedicados por completo a las máquinas recreativas y demás, borracheras inmemorables, examenes desesperantes o comilonas interminables. Juntos hemos pasado de tener tifones a helarnos de frío y de helarnos de frío a morirnos de calor, hasta llegar a clase donde la koreana que ejerce un ferreo control sobre el aire acondicionado nos obligaba a pasar frío de nuevo.