Viviendo a 250 Km por hora
Por fin encuentro un momento de calma para escribir unas cuantas palabras tranquilamente sin pensar en que debería estar haciendo otra cosa y es que la vida por aquí va a toda velocidad y parece que no tiene intención de bajar el ritmo al menos de momento.
Paradójicamente esta tranquilidad la estoy encontrando mientras viajo en uno de los transportes terrestres más rápidos que existen, el Shinkansen o tren bala (el equivalente a nuestro AVE, para que me entendáis 😉 )
Se que soy cansino con la misma reflexión, el tiempo. Pero es que de un tiempo a esta parte es lo que no deja de rondarme la cabeza, me doy cuenta de que el tiempo no es algo linea que siempre transcurre del mismo modo. Bueno, el tiempo lo es, nuestra percepción no. Y los minutos y las horas son formas de medir el tiempo para momentos que al salirnos de la rutina perdemos la noción de este, es decir perdemos las referencias y ya no sabemos medirlo sin herramientas externas.