Las fiestas de la Universidad japonesa Hosei
Ayer fue día festivo en Japón, el día de la cultura más concretamente, así que nos fuimos a visitar Kagurazaka, pero eso ya os lo contaré otro día. Hoy os quería contar que aprovechando que en el barrio esta la antigua universidad de Hiroko nos acercamos a verla con la suerte de que justamente se encontraba en fiestas.
Hasta ahora había asistido a fiestas de muchas universidades en España, que si la de minas, san teleco, enfermería y bien la verdad es que molan, en realidad suelen ser un macrobotellón de universitarios. En algunas como en San Teleco los clubes montan actividades y hay concierto y esto le da bastante gracia al asunto.
Pues eso mismo es lo que hacen los japoneses pero a lo bestia. La presencia de los clubes en la universidades japonesas es mucho mayor, casi cualquier persona de la universidad pertenece a uno u otro club y en ocasiones esto casi toma más importancia que la universidad en sí. Es donde se sociabilizan, hacen sus amigos de verdad y desarrollan su hobbie y los japoneses suelen desarrollar los hobbies a niveles enfermizos, así que imaginaros si lo hacen dentro de un club donde hay personas que ya saben que les enseñan más cosas (senpais).
Algo importante para comprender la importancia de los clubes es que la universidad en general no es algo difícil. Por lo visto los japoneses se toman la universidad como un descanso entre el colegio e instituto y el trabajo. Tampoco es que sea un regalo, pero si mucho más fácil que estas otras etapas donde se dejan la vida, por ello que los años de universidad los disfrutan al máximo. Pero claro entrar en una universidad, sobre todo algunas es muy, pero que muy difícil.
Pero al tema que nos ocupa, esta uni en concreto por lo visto es bastante abierta y permite bastantes cosas a sus estudiantes y vamos me dejo pasmado, llevaba el camarón así que os lo cuento con fotos mejor:
La entrada de la uni se llena de gente de los clubes que montan su puesto donde venden lo que sea, siendo lo más común son los yakitoris (pinchos de pollo a la plancha). Con lo que sacan de ello luego hacen dos montones, una parte es para material para cosas para el club y la otra para pegarse un super fiestón esa noche en un bar 🙂
Había todo tipo de tiendas de todos los clubes, cada una distinta y con clase de gente distinta atendiéndolos. Noté que se daba mucho eso de que las chicas atendieran a los chicos y los chicos a las chicas. También me percaté de que pasaba de todo menos desapercibido. Era prácticamente el único extranjero por ahí y mucha gente me miraba, muchos me sonreían, me decían cosas y otros ponían solo cara rara. Chicos si buscáis novia os recomiendo ir a una de estas fiestas 😛
Otro puesto de Club, este debía ser de los mejores, vendía gofres y había una buena cola en él.
Llegamos después al puesto de los del club de manga, que me sorprendieron muy gratamente. Lo primero es que para mi fue como sentirme dentro de la serie de Genshiken. Estos se dedicaban a hacer retratos de los que lo pedían por 300 yenes:
Y la verdad es que eran bastante buenos, o a mi que aquello de dibujar me parece un arte mística me lo parecía 🙂
Este tio en concreto era ultra friki 🙂
Al lado estaban las chicas haciendo cosplay, les pregunte que si les podía hacer una foto y muy sonrientes todas se colocaron sus disfraces y posaron para la foto. Al terminar les di las gracias y ellas me ofrecieron pasar a su puesto y dijeron algo así como chuuro… y yo, a saber que habrá dicho esta maja, la sonreí y ala. Al pasar por el puesto me di cuenta que me había dicho churro!! porque vendían churros, bueno pseudo churros en realidad. No eran cerrados solo un palote, así en plan porra pero del tipo churro y suuuuuper embadurnados en azúcar justamente como le gustan a mi padre 😉
Por ahí había mucha gente invitándote a pasarte por los puestos de sus clubs, unos se lo curraban más que otros. Esta chica en concreto era muy llamativa.
Para que veais que había chicas guapas os dejo esta foto. Esta según decía en su chaqueta era del club de tenis, las chicas de este club eran en general bastante monas ellas. Así que ya sabéis si váis a la universidad de Japón directos al club de tenis 😛
De ahí subimos a la planta 25 de las 26 plantas que tenía uno de los edificios que tenía la universidad, así que os podéis hacer a la idea de la magnitud de esta.
Desde arriba podéis imaginaros que las vistas no eran malas. Imaginaos estar en clase y ver eso por la ventana, detrás del cegador Sol se podía ver la silueta del Monte Fuji aunque la cámara no pudiera captarlo… ¡Cómo para concentrarse en clase!
De ahí bajamos y fuimos al otro edificio donde estaba todo el mogollón de las fiestas. Ahí fuimos a una de las aulas donde Hiroko tenía bastantes clases, que es esa de la foto de arriba. Es más la pinta de lo que esperas que sea una universidad y no lo que os voy a mostrar desde ahora.
Muy cerca de ahí una sala con un mega concierto montado a lo bestia, que tenían un equipazo que yo flipaba y sonaban bastante bien. Solo hice esta foto porque vino un tio a hacerme un placaje y decirme que no se podían hacer fotos :S
Este lugar era increíble, un bar así tipo bohemio donde te servían bebidas y en el escenario tocaban distintos tipos de gente en Jam Sessions, hacían Blues y eran bastante buenos, al menos los que yo vi en su momento, me se de uno que hubiera acabado en este club, verdad Sebas?
Y luego pasamos a subir a la última planta de este edificio (la séptima) donde estaban concentradas las fiestas e ir bajando una a una recorriendo los pasillos. Os dejo a continuación unas cuantas fotos, pero antes comentaros las cosas que había. Gente haciendo literalmente botellón por los pasillos. Una planta entera en la que en cada aula había un concierto distinto, de todos los tipos de música, desde metal hasta tradicional japonesa. Gente en los pasillos con guitarras. Sala de exposición de motos, una sala dedicada a la paz regentada por unos pseudo hippies, una secta budista… de todo! Dentro fotos:
bien y con tanta gente y tanta fiesta uno se espera encontrar basura, muerte y destrucción a su paso. Pero no, lo cierto es que se encontraba dentro del ambiente festivo un orden no intrusivo. La gente recogía sus cosas y no ensuciaba demasiado (claro que algo de basura había). Como ejemplo aquí es donde tiraban la basura completamente diferenciada para su posterior reciclaje:
En España tenemos suerte si alguien se acerca a tirar la basura al contenedor, ya no digo si es suerte si este no esta a rebosar y no hablemos ya de que haya contendedores para separarla y de haberlo que la gente lo haga… eso ya es ciencia ficción.
Y esto son unas horas dentro de unas fiesta de la universidad nipona, me dieron unas ganas terribles de apuntarme a la carrera que fuera 🙂 y a vosotros?
Edito:
Han meneado la noticia, si os apetece me podéis dar un meneo desde aquí