La vuelta de los «loros»
No se si recordais los loros, de hecho no se sí la palabra es un localismo que solo entendémos los españoles o incluso los madrileños. Así que por sí acaso la explico para que me entienda todo el mundo. Hace años estaba de moda ir con el cassette con pletinas gigantescas y pilas, de este modo podías llevarte tu música con altos niveles de volumenes a donde quisieras. Cuando pienso en esto lo primero que me viene a la cabeza es un rapero de raza negra de considerables proporciones con uno de estos al hombro.
Ya estamos todos situados en lo que es un «loro» verdad? Pues sí han vuelto, pero no del mismo modo que antes, ahora el rapero negro se ha convertido en un quinceañero con color de piel indistinto y su «loro» es un teléfono móvil. Se esta poniendo de moda esto, me canso de ver a adolescentes compartiendo su música con el resto de viajeros del autobus, del vagón del metro o transeuntes que se cruzan con ellos por la calle. Por si no tuvieramos suficiente con los que van compartiendo su música desde los coches.
Creo que estas prácticas deberían ser ilegales, de hecho seguramente lo serán, pero considero que deberían ser perseguidas. Los gustos musicales de cada uno son distintos y no tengo porque tolerar los del otro. No existe excusa para el uso de esto, ya que existen auriculares que además de ser más discretos y respetuosos con los demás de seguro proporcionan una mejor experiencia de audicón mucho más agradable que el pequeño altavoz enlatado de un móvil.
Desde aquí propongo un plan de tolerancia cero hacia estas conductas, cuando un joven escucha la música desde el móvil en un vagón le molesta a todo éste, pero ninguno se atreve a decir nada, de seguro que si las personas se sienten a la vez amparados en los otros ciudadanos que también lo critican todo sería mucho más facil.