
No soy ningún experto en kanjis, ni tampoco en su estudio no obstante llevo unos cuantos meses estudiándolos intensivamente, por lo que tarde o temprano cuando llevas un tiempo haciendo algo consciente o inconscientemente acabas usando un método. al principio mi método era estudiarlos a piñón. Es decir uno detrás de otro, pim pam, leyéndolos y escribiéndolos muchas veces. Éste método funcionaba bien al principio cuando mi cabeza no tenía que retener más que una centena de kanjis. Tras el shock inicial de ver una escritura nueva te habituas a ello y en realidad en una tarde intensiva de kanjis te puedes aprender 50 kanjis sin problema.
El problema llega cuando no solo tienes que estudiarte esos 50 kanjis si no que vas teniendo otros kanjis en la cabeza. A veces saber más te sirve porque vas asociando un kanji que conoces con otros, pero tiene un efecto secundario muy puñetero y es que la asociación te hace cometer errores y el hueco que ocupó un kanji reemplazó a otro que sabías y por tanto cada vez que vas metiendo kanjis en tu cabeza otros se te van olvidando. También es curioso como hay kanjis que de un vistazo los recuerdas y otros que aún repitiéndolos mil veces no terminas de recordarlos.
Leer más »Estudiando Kanjis