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Viajes

Posts de viajes en general

Paseo por las afueras de Los Angeles

Esto es una continuacion de donde lo deje ayer. Resultó que el jetlag siguió espoleando mi insomnio casi las 6 de la mañana, hora en la que caí rendido. Hab;ia puesto mi despertador a las 8:30 para bajar a desayunar en el hotel y aprovechar el dia. Mi cuerpo es más inteligente que yo y decidió acabar con el jetlag y dormir hasta las 12 de la mañana. Tras esto me dirigí a comer una hamburguesa en un sitio de comida rapida que me habian recomendado. Por algo menos de 7 dolares me pedi un menu completo mediano. Es curiosa la idea que tienen aqui de mediano, era gigante, no me pude terminar las patatas y en la bebida me podia bañar, a pesar de llenarla solo hasta la mitad terminé tirando un poco, si me hubiera quedado con ganas podría haberla rellenado otra vez gratis.

Tras esto me dispuse a caminar las 5 millas (8km) que había hasta la tienda hasta donde quería ir para comprarme la PS vita. El camino en su primer tercio fue terriblemente aburrido, hacia la mitad normalmente aburrido y no fue hasta el final que empece a ver casas y cosas que me llamaron la atencion. De cualquier modo como me habéis pedido fotos de lo que veo fui haciendo fotillos por el camino. Las pongo sin mucho comentario porque no hay mucho que decir la verdad:

La primera parte fue muuuucho rato con solo oficinas como esta y asi y tan aburridas como esta foto, asi que no pondré más.

La cosa se empezaba a poner un pelin más interesante.

Esta casa tenia delante una especie de belen y una santería, a mi me daba bastante yuyu.

Pero básicamente seguía teniendo calles enormes y aburridas.

Absolutamente nadie más que yo caminaba por la calle, as;i que me veía obligado a ir pulsando estos botones porque si no los semáforos ni cambiaban.

Alguna casita mas interesante a la vista.



Vi varias decoraciones navideñas en los jardines, eso si, algunas mejores que otras 😉

Había varias calles con nombres curiosos, una incluso con el nombre de mi padre 😉




Seguía sin ser aquello una locura, pero al menos ya era mas entretenido pasear por ahí.

Esta persona se había montado esa escultura improvisada, se movía e incluso tenia musica, tras hacer la foto apreté el paso, a saber que clase de persona pone eso en su jardín 😉

Más calles de nombres curiosos 😉

Esta via de tren me llamo poderosamente la atención, se ven pocas vías de tren por aquí y hasta ahora no he visto ni un solo tren.

Y curiosos carteles.

La típica calle de las películas o series americanas donde los niños salen a jugar a hockey sobre patines y que tienen que recoger las porterías cada vez que pasa un coche.

Los caminos eran mas interesantes, pero seguía sin cruzarme con nadie, nadie camina, todo coches y alguna harley.

Los coreanos vinieron hasta aqui a darme la vara… y como no con su cristianismo detrás… que majos los coreanos…


Encontre un mercadillo de artesania y productos naturales, no tenia hambre tras la hamburguesaca aun, pero lo cierto es que hab;ia sido lo más apasionante con lo que me había cruzado hasta el momento y la comida de calle siempre merece la pena ser probada, as;i que me pedi lo mas pequeño. Por 2 dolares me hice con ese taco, como no tenia ni idea de tacos le pedi a la dependienta que me lo hiciera con lo que ella considerase oportuno, pero que sin culantro por favor. Lo cierto es que estaba bien bueno.

A los pocos minutos de seguir caminando llegué a mi destino pero horror la tienda de videojuegos parecia estar desamparada e incluso cerrada, pero la puerta estaba abierta. Pregunte si tenian el bundle de la PS vita que buscaba, me dijeron que les quedaba tan solo uno y que tenía un descuento para compras futuras del 20% porque resulta que hoy era el ultimo día abierto de esa tienda, la cerraban!! No me pude creer mi suerte. Tras pagar me fui al starbucks a probarla, ya que si no funcionaba el devolverla iba a estar complicado.

En el starbucks me pedi un cafe mocha con menta, me encanta la menta, pero lo cierto es que esta no era la mejor combinación posible, pero quería probar algo que no pudiera probar en Japón así que quedé contento. Allí probe la consola y comprobé que funcionaba ok.


No quería volver por el mismo camino aburrido, as;i que mire en google maps y me indicó como podía llegar en un autobus hasta donde estaba mi hotel. Google maps en android es una pasada, llegué sin perderme lo mas mínimo a pesar de tener que andar un rato a la parada y desde donde me bajaba otro rato más a mi hotel. Incluso me indicaba las paradas de autobus por las que pasaba por lo que supe exactamente donde bajarme. No se si Google Maps funciona también en todos los países pero en Estados Unidos al menos es una pasada.

Tras eso unas cuantas compras en casa y a disfrutar tirado en la cama con la PS vita. Mañana toca ya trabajar…

Primeras impresiones de Estados Unidos

Los que me seguis por otras redes sociales ya lo sabeis, pero a los que no os lo cuento. Resulta que me han mandado a Los Angeles a resolver un marron de trabajo y aunque ese marron puede llegar a convertirse en un marron bastante interesante yo quiero verlo por el lado positivo, visitare una ciudad de estados unidos por la patilla. Aterricé esta mañana, llevo menos de 24 horas en la ciudad pero ya son bastantes las cosas que me han llamado la atencion y quería compartirlas por aquí.

  • La gente es MUY amable. No es tan solo educada como en Japón, si no que ademas se les ve amable, al sujetarte la puerta te sonríen y te miran a los ojos al hacerlo, parece desde luego un gesto sincero.
  • LA es una ciudad muy extentida. Con esto de extendida me refiero a que todo esta a tomar viento de todo. Las avenidas son de 5 carriles en cada direccion y hay un monton de coches, se ven coches gigantes por aqui.
  • Nadie camina. Como consecuencia de lo anterior todo el mundo va a todos sitios en coche. No es complicado encontrar aparcamiento en la puerta de casi ningún sitio, asi que lo habitual es moverte en coche a CUALQUIER lugar.
  • Los americanos son ENORMES. Si me baso en Japón es normal que parezcan más grandes, pero es que incluso son mucho mas grandes que los españoles. Se ven niveles de obesidad que alucinas.
  • Estos extremos de obesidad y de gente extraña llegan a su maximo exponente en el Walmart. Que es una especie de Pryca a la americana. Tengo uno justo delante de mi hotel, he pasado un buen rato en uno haciendo la compra y es realmente un espectaculo. Mirad esta página para haceros una idea de lo que hablo: Gente de Walmart
  • Las porciones de todo son gigantes. Tengo una botella de leche que sera de lo menos 2 litros de leche, porque no vendian de menos. Hasta el tubo de la pasta de dientes es gigante.
  • Respecto a la amabilidad y coardialidad de la gente os pongo un ejemplo. En unas 24 horas que llevo aqui he tenido conversaciones mas profundas y largas que en 3 años con mis vecinos de edificio con las siguientes personas: cajera de T-mobile, dependienta del hotel, cajera del Walmart, camarero de donde desayunamos, camarera de donde desayunamos.
  • Hacerse con una tarjeta de movil prepago con Internet es muy sencillo, hablare de ello en otro post para los que os interese.
  • Hay un monton de gente hablando castellano por la calle, me sorprende mucho y me sonrio cada vez que les escucho. Aqui soy un poco ser intermedio, no soy gringo pero tampoco soy hispano, me gustaria saber que piensa la gente de mi cuando me ve.
  • En aduana fueron MUY SIMPATICOS conmigo. Habia oido horrores e iba un poco acojonado. Me preguntaron bastantes cosas, peros siempre amablemente y no se senti atacado en ningun momento, tan solo sentia que era gente que velaba por la seguridad no iba a joder a nadie.

Son un monton de cosas mas las que me han llamado la atencion y mas que me pasaran intentare ir relatandolas por aqui que siempre es curioso ver el primer contacto de alguien con un país. La foto que encabeza el post es el desayuno que me meti tras menos de dos horas de haber aterrizado en territorio americano, ya me vale hacer algo de ejercicio o cogeré en 2 semanas aquí todo lo que adelgace en 3 meses en Japón. Y para finalizar escribo esto a las 2 de la mañana de hora local con el sueño trastocadísimo por el jetlag.

Pinguinos en manga corta

Viajabamos por Argentina, habiamos estado 3 dias sin movernos de la cama salvo para ir al baño, habiamos tenido que viajar toda la noche en una suerte de autobus-cama y destruimos el baño quimico a base de visitas funestas al baño. Llevabamos 3 dias sin comer, todo lo ingeniero habia sido convertido inmediatamente en algo mucho menos agradable… sobreviviamos a base de suero, nuestra mayor alegria que fuera de frutilla, es decir fresa.

Durante el tercer dia recuperamos un poco la energia, las justas para poder andar sin arrastrarnos excesivamente asi que decidimos continuar con el plan que teniamos de viaje. Nos subimos en el autocar en el que nos dieron la magnifica noticia de que con suerte todo nuestro equipaje estaba rumbo a Ushuaia, el fin del mundo… y con mala suerte nunca volveriamos a verlo, con suerte lo veriamos en un par de dias. Sin haber comido en 3 dias, enfermos, sin ropa y practicamente nada continuamos el viaje. Nos acompañaba la camara de fotos y un cepillo de dientes de milagro que es lo que teniamos en la mochila.

Tras viajar de nuevo toda la noche en el autobus pasamos del clima calido de Mendoza y sus alrededores a un clima en el que los pinguinos se sentian agusto, es decir calor no hacia. Ahi alquilamos el coche y no hicimos otra cosa que sonreir cuando la chica nos dijo que podiamos cargar nuestras mochilas en el y nosotros sonreimos y dijimos que eso era lo que teniamos mientras los cuatro nos metiamos arrastrando los pies con las manos en los bolsillos.

De ahi llegamos a reserva natural donde regateamos con el hombre para que nos dejase meter el coche. Su postura es que no se podia meter porque habia pinguinos, la nuestra que no teniamos energias para andar, la suya que 4 kilometros lo hacian hasta los ancianos. Al final en manga corta y tras ya el cuarto dia sin comer nos encaminamos hacia la costa a ver los pinguinos que chillaban como burros y echaban unas cagadas como gaviotas gordas.

Al volver le pedimos a una amable señora de un area de servicio que nos preparase una comida apta para culo finos como eramos. Estabamos hartos de no comer y aunque el sufrimiento de transformar comida en mierda era terrible, queriamos intentarlo… Nos trajo un arroz hervido blanco y una loncha gordota de jamon cocido, nos supo a gloria benditisisima. A los pocos minutos Ferchu dijo… uyy… tengo que ir al baño, el panico se hizo presa de nosotros.

A los pocos minutos Ferchu entro por la puerta del area de servicio ya que el servicio estaba fuera y ante la sorpresa de todos los presentes, mas o menos una decena de personas, alzo los brazos al cielo y chillo a pleno pulmon, VICTORDIA. No se cuantos entenderian el sutil juego de palabras de tordo y victoria, probablemente nadie, pero nosotros saltamos de alegria y nos abrazamos. Tras el todos pasamos por ese placentero momento. Atras quedo la visita a un hospital donde mas terror he pasado en mi vida y otra serie de vivencias que me guardo por vuestro bien. Al llegar despues de nuestra excursion de un par de dias por Peninsula Valdes, tras ver elefantes marinos y ballenas y aun con la misma ropa y en manga corta recibimos en estacion nuestro equipaje, solo faltaban unas gafas de sol, ni tan mal.

Leyendo todo esto podriais pensar que vaya infierno de viaje pero os contare que esto tan solo fue una infima parte del viaje y que no cambiaria ni un segundo de este, ni siquiera estos momentos y es que en practicamente todos los momentos que he contado aqui, bueno menos cuando estabamos sufriendo sentados en el baño, teniamos una inmensa sonrisa en la cara. Y es que sin duda ese fue el mejor viaje de mi vida y cada vez que lo recuerdo una sonrisa se vuelve a dibujar en mi cara… Con buena compañia y espiritu hasta los momentos dificiles son geniales.

Gracias Ferchu, gracias Sebas, gracias Guille.

Con mono de viajar

Antes de venirme a vivir para Japon me encantaba pegarme escapaditas de viajes de vez en cuando tenia un rato me podia ir por ahi. Por ejemplo en un momento dado nos pegamos una escapada por Turquia o antes de venirme para Japon hice una ruta maravillosa express por el Reino Unido. Pero desde que he llegado a Japon salvo un viaje que pude darme con mi familia gracias a que fui en calidad de guia de viaje 😉 Tambien nos fuimos de escapada a Taiwan y fue bastante interesante, pero desde luego no fui barato ni mucho menos.

La verdad es que cuando vivia por España en cualquier momento podias enganchar cualquier fin de semana y por no mucho mas de 100 euros hacerte viajes a Europa. Os aseguro que por 100 euros en Japon a nada que quieras dormir fuera, comer o cualquier cosa no vas a llegar muy lejos… es posible que como te lies ni salgas de Tokyo 😉

Algun dia podre volver a viajar? Espero que si!

Akita

Hace ya cerca de dos años me fui a un viaje por el Norte, son historias pendientes de contar que se que ya nunca haré, pero por lo menos daré salida a esas fotos que por si soloas de alguna forma cuentan un poco una historia. Este tipo de entradas las iréis viendo por el blog de vez en cuando a partir de ahora hasta que consiga vacias mi librería de historias no contadas 🙂















Y se abrió la caja de Pandora…

Se abrió hace más de 10 años en mi caso. Hasta los 18 años mi única experiencia en el extranjero había sido Portugal ya que esta muy cerca del pueblo natal de mi padre y nunca llegué a asumir que fuera realmente «el extranjero» ya que salvo que pagabamos en escudos todo lo demás era muy parecido. Sucedió entonces que mi tía se fue a vivir fuera concretamente a Edimburgo, Escocia, y mis padres pensaron que sería una fantástica idea mandarme a estudiar en verano algo de inglés. A mi me daba una mezcla de pereza y miedo. Pereza por un lado porque yo estaba acostumbrado a los veranos en España, parte en Madrid con los amigos, otra en un pueblecito leones de fiestas de pueblo en pueblo liandola más parda allá donde fueramos y alguna excursioncilla esporádica y para completar otro pueblo de la sierra Onubense donde disfrutaba mayormente de nuevo de la noche veraniega.

Pero no era solo pereza lo que me frenaba era miedo, el miedo que sentimos todos al cambio y es que el cambio es algo que de primeras nos despierta rechazo a todos y viajar es algo que esta muy bien pero implica cambiar cosas y por increíble que les parezca a algunos, a mi incluido ahora, esto es algo que no agrada a todos. Pero en realidad mi madre no me dio mucha posibilidad de elegir ya me había pagado un curso de academia de inglés en Madrid y ese verano me mandó para allá.

No es el motivo de este post relatar este viaje pero he de decir que aprendí muchísimo inglés y más aún de la vida, maduré mucho y me di cuenta de que los idiomas, los viajes y en definitiva el cambio era algo que en realidad si me iba. Ese verano supuso un antes y un después en mi vida no considero que me hiciera adulto, pero si más mayor. Nunca volví a pasar un verano igual a los anteriores desde aquel entonces procuré escaparme a algún lugar siempre que pude.

Colaboró mucho en esta loca afición por los viajes que el siguiente viaje fuera algo tan mágico como el inter-rail, que si no lo conocéis es una especie de abono transportes para viajar en tren a lo largo y ancho de Europa fue sin dudas uno de los viajes de mi vida, el primer viaje aventurero, el primer viaje de mochilero. La caja de Pandora se había abierto y ya no había marcha atrás, muchos de esos viajes y andanzas los habéis seguido a través de éste mismo blog que siempre ha sido un gran compañero de viaje: el erasmus en Italia, el viaje por Argentina (esto esta en mi difunto blog que hice bajo mi nombre y que tengo pendiente fusionar a este blog algún día), la escapada por Turquía y la actual aventura por Japón.

Esta última la más loca y con mayores consecuencias de todas mis anteriores aventuras en realidad… Cuando ya les había comunicado mis planes a mis padres un día mi madre me dijo medio en broma medio en serio que quien le mandaría haberme obligado a hacer ese viaje a Edimburgo que finalmente me llevó a irme tan lejos. No podemos saber que hubiera pasado si no hubiera ido a Edimburgo es posible que esta cadena de eventos no se hubiera desarrollado y no estaría yo aquí, pero desde luego quiero dar las gracias a mis padres por haberme empujado a abrir la caja de Pandora porque no se si con ella cerrada sería feliz, pero con ella abierta tengo claro que si lo soy 🙂 Gracias.

Un tío con suerte

Debo ser un tio con suerte, mucha gente me lo dice. Me lo decían allá por los 18 años cuando comencé a echarme la mochila al hombro y escaparme con vuelos de bajo coste a recorrer Europa, cuando poca gente de mi edad se animaba a hacerlo. Cambie las vacaciones en el pueblo por un inter-rail por Europa o una ruta con easy-jet por el Reino Unido. Después viví en Italia, Irlanda y ahora en Japón. Durante este tiempo cuando le cuentas esto a la gente muchas veces la reacción suele ser, que cabrón, que suerte tienes. En éste mismo blog mucha gente me lo dice en repetidas ocasiones.

Y yo así lo creía, soy un tipo con suerte, wow! Hasta que viaje a Argentina (vaya suerte no?!), un mes de viaje de ensueño que se convirtió en mi mejor viaje hasta la fecha, no solo por el sitio, si no por las circunstancias y sobre todo la compañía. En ese viaje nos perdimos por las profundidades de Argentina, esos lugares donde los turistas habituales, esos que van para un viaje de 1-2 semanas y que se limitan a Buenos Aires y el Perito Moreno no ven. En esos momento perdidos conocíamos a muchos mochileros auténticos, de los que se dedicaban a recorrer mundo como hizo Ignacio Izquierdo. Y uno de estos fue un tipo, vasco si mal no recuerdo, que me recordaba a mi amigo de la infancia Jaime, tanto en la cara como en los gestos, como en la forma de hablar. Fue compañero de viaje nuestro durante unos cuantos kilometros de subida hacia uno de los glaciares perdidos en la montaña. En una de las paradas nos contó que era un comercial exitoso en España hasta que se dio cuentaquee tal espiral de exito y dinero no le llevaba a ningún sitio. Necesitaba parar un poco, recapacitar y reconducir su vida. De esta forma se fue con su mochila y cuatro cosas al hombro a recorrer el mundo en un viaje de 6 meses. Un viaje de 6 meses de los que ya llevaba vividos 9. Si la cosa se estaba alargando bastante y solo llevaba el continente de América, su siguiente salto sería a África.

Ante esto y nosotros embriagados por el aroma y la libertad del viaje no podíamos si no sentir una profunda envidia y por tanto decirle, jue que suerte tienes tio, nosotros solo viajaremos para un mes ya nos gustaría continuar la aventura. Cambio algo su alegre semblante para contarnos algo, una lección de la vida que siempre recordaré. Nos dijo: «No tengo suerte, no me ha tocado la lotería ni nada por el estilo, esto simplemente ha sido una decisión en mi vida. Si crees que tengo suerte y que es mejor que lo que tu tienes, haz lo mismo.» Tras un par de minutos más el se cansó de descansar y emprendió la subida, nosotros nos quedamos con sus palabras retumbando entre nuestras cabezas y la inmensidad de las montañas.

Las palabras siguen retumbando ahora igual que entonces, ahora entre rascacielos de Shinjuku, marabuntas de asiáticos o templos entre bosques milenarios. Esas palabras me repiten una y otra vez que no es suerte lo que tengo, simplemente en cierto momento de mi vida decidí vivirla así. Ignacio Izquierdo llego hace nada a Madrid, su ciudad tras 533 de viaje de «Vuelta al mundo». Aquí os recomiento encarecidamente que antes de seguir leyendo lo que yo pongo os leáis todos su post en el que cuenta su vuelta tras 533 días: Ignacio Izquierdo, de vuelta

Bien, un genial post no? Pero me quedo con una de palabras suyas:

Ahora los recuerdos se apelotonan, como si hubiera estado muchas veces de viaje, sin darme cuenta de que ha sido uno solo. Hace un año y medio que me fui de aquí, sacrificando muchas cosas. Muchos momentos importantes en mi vida cercana en los que no he podido estar, que no he podido compartir con la gente que me importa.

No se puede tener todo y por lo tanto no me arrepiento. Fue una decisión consciente. Sé que soy un privilegiado simplemente por haber tenido si quiera la posibilidad de plantearme hacer algo así. Para mucha gente no es solo impensable, es también imposible. Cada situación tiene sus ventajas y sus inconvenientes, ninguna situación es completamente ideal. Al igual que en un día a día rutinario pasar tanto tiempo de viaje tiene sus días fantásticos y emocionantes, pero también sus días aburridos, horribles y en los que nada te sale bien.

No se puede tener todo, se elige y has de estar contento con tus decisiones, sabiendo que al decidir una cosa desecharas todas las otras y dejarás muchas cosas atrás. Yo hoy por hoy soy feliz en Japón estoy donde quería estar. Sacrifico la comodidad que tenía en España, el no tener problemas con el idioma, la cultura, el trabajo, etc. sobre todo sacrifico los momentos cercanos como los llama Ignacio, el poder estar con mi familia, con mis amigos. Pero hoy por hoy he decidido esto. Los sacrificios no empezaron aquí, comenzaron cuando decidí venirme a Japón, hace ya 5 años. Sacrifiqué el poder tener todas las cosas que podría tener, mis amigos se compraban enormes televisiones de plasma y vivían en buenas casas. Mientras yo lo hacía en una casa de menos de 30 metros cuadrados y con la pantalla de mi ordenador. Y aún con todo más feliz que una perdiz porque tenía un objetivo.

Ahora cuando la gente me dice que que suerte tengo de estar aquí me suena un poco a insulto. Recuerdo los 4 años de ahorro, el año y pico de estar lejos de mi familia y amigos, los esfuerzos para aprender idioma y cultura… He pagado un alto precio por estar aquí, un precio que cualquier que quiera venir de verdad puede hacerlo, pero claro quizá a tan alto precio no queramos pagarlo. Entonces quizá no fuera la suerte lo que me trajo hasta aquí, si no la ilusión y las ganas.

Eso si, reconozco que si tengo suerte, en realidad mucha. De haber nacido en el primer mundo, de haber nacido en ésta epoca y no hace 50 o 60 años y demás cosas. Acepto de buen grado que mi abuela me diga que que suerte tengo, que me lo diga uno de los indígenas que conocí por el Norte de Argentina que se moría de envidia porque visitaríamos el sur de su país que el nunca podría permitírselo… Pero no acepto que me lo diga un compañero de universidad o un vecino de mi edificio 😉

Resumen desde que me fui hasta que llegué

Se que tengo esto muy olvidado pero es que el último par de semanas en Japón fue frenético, en España tampoco paré demasiado y cuando paraba no tenía demasiada gana de estar por aquí, pero ya he vuelto a la rutina y con ganas de contaros que ha sido de mi vida. Como este año me he propuesto ser más estructurado, comenzaré por estructurar este post y lo voy contando poquito a poquito.

Los últimos días en Japón

A falta de semana y poco tenía muchas cosas pendientes por hacer. Por un lado varios exámenes en Kai, que si oral, escrito, de escuchar y demás… y claro había que estudiarlos! También tenía entregas de la universidad. Por supuesto tenía que hacer la maleta para volver a España y esta iba a volver repleta de regalos navideños porque otra cosa no tenía que llevar, pero claro hacía falta ir a comprarlos! También teníamos que hacer una mudanza y es que dejábamos esa casa en la que estábamos. Cómo os podéis imaginar fue muy estresante, pero no se como conseguí hacer todo y nada mal. En la uni dos notas una A (Sobresaliente) y C+ (aprobado alto) y en la escuela una media de 90% que si os acordáis era mi meta al principio del curso 😉

La llegada a España, los primeros días

Con todos los estreses llegue a España. Al llegar a horas intempestivas la primera en la boca… mi maleta estaba en el limbo. Tras 6 días de espera y como regalo de Navidad la maleta me llegó a casa justo antes de salir para Cádiz. La atención de JAL al respecto muy buena, pero la indemnización creo que pequeña 100 euros por dejar a alguien sin maleta 6 días me parece poco, pero bueno.

Seguía teniendo muchas cosas que hacer. Lo principal cambiar mi certificado de elegibilidad en la embajada japonesa por un visado de estudiante. Costó 3 visitas a la embajada (una más de lo normal por no tener foto de carnet) pero se consiguió. También tenía cosas pendiente de papeleos de la uni y de trabajos colgando. Durante los primeros días me levantaba entre las 5 y las 6 de la mañana y yo lo achacaba al jet-lag (que algo tendría que ver) pero fue terminar de hacer la última cosa importante que hacer, desestresarme y automáticamente me levanté a las 11 el día siguiente. Ese día comenzaron mis vacaciones y comencé a disfrutar de España, hasta mi espalda pareció descontracturarse un poco.

Las vacaciones por España:

Los días por España han sido muy intensos, no demasiado descanso y como ya me decía mi madre gambiteando a diario 🙂 Viendo a mucha gente, comiéndo muchísimo y estando con la familia que parece que se disfruta más cuando les ves más de vez en cuando. La pena es que hay gente con la que te apatecería haber pasado mucho tiempo y también gente a la que no te gustaría ver aunque solo sea un ratito. Pero lo cierto es que el tiempo es finito por lo que vi a menos gente y menos tiempo del que quisiera, pero bueno.

Despedida de España:

Los últimos días ya eran claramente de despedida, volver a meter cosas en la maleta, comprobar que tienes todo ok, las vacaciones dejaban un poco de paso a un poco de estres pre-viaje. Además al hacer la maleta procuré dejar en una caja las cosas que me gustaría que mi familia me trajera cuando vienen a verme en Marzo-Abril y dejar la habitación lo más vacía posible porque si las cosas van bien mis padres harán obra en la casa este año, es muy posible que cuando vuelva a mi casa la siguiente vez ya no sea «mi casa», voy a flipar! eso si quedará preciosa!

La despedida de la familia fue ligera por aquello de que vienen en dos meses y pico. Con los amigos fue repetir la despedida que ya había hecho hacía 3 meses. No obstante note en ciertos abrazos esa sinceridad de nuevo de un abrazo de verdad, una despedida aún más intensa que la anterior y es que habrá gente a la que no veré como mucho en un año. Esto sucede por ejemplo con mi abuela, aunque me aseguró que vendría a verme a Japón 😉

Llegada a Japón:

Me iba a Japón y el jaleo estaba montado, que si huelga encubierta de controladores, que si media Europa bajo la nieve… no las tenía todas conmigo sobre si volaría ese día o no o si tardaría 4 días en llegar a Tokyo. Finalmente todos los astros se alinearon y volé sin ningún contratiempo, las conexiones perfectas, el vuelo no se me hizo largo y aunque hubo unas turbulencias malditas me encontraba en un estado zen que no comprendía que hacía que no me preocupase lo más mínimo el hecho de que en lugar de un avión pareciera que estábamos en el top spin.

Todo mi zen pareció irse al traste cuando esperando mi maleta en la cinta fui llamado por un tio del aeropuerto… Mr Rodrigo Fernández… no me jodas! me han pillado la fabada! estoy en problemas jajaja! Pues nada, resulta que mi maleta se había quedado en Londres! no se que tengo con las maletas… Total me aseguraron que llegaría al día siguiente, así que nada para fuera que me fui sin maleta ni leches…

Toma de contacto con el país:

En la puerta estaba esperándome fielmente Hiroko que me recibió con un cálido abrazo (en Japón no se besa! no en público!). Intentamos encontrar un sitio donde sacar los 5000 yenes de indemnización por la perdida del equipaje que me daban… si 40 miseros euros… en fin. Y finalmente no pudimos sacarlos. Comimos algo rápido en un macdonald y de ahí nos fuimos directamente con toda la empanada mental a ver un piso, al menos no tenía maleta que arrastrar 😉

Llegamos a Tabata donde estaba el chico del piso esperándonos. Hiroko y él se pusieron a contarse cosas y yo entre mi corto japonés y mi estado de muerte me dedique a seguirles 15 minutos por calles arrastrando una maleta con ruedas que había traido Hiro y con mi mochila cargada de gadgets, estaba cláramente en modo zombi. Al llegar vimos la pequeña casa que habéis visto en el vídeo. Mi primer pensamiento fue que esa casa no y le dijimos al tio que lo pensaríamos y le decíamos algo al día siguiente.

Finalmente esa noche le decíamos que si, las razones fundamentalmente que así tenemos algo mientras buscábamos algo más definitivo y mientras tenemos un par de meses de casa por 500 euros los dos meses y entre los dos, osea prácticamente nada!

De ahí nos fuimos a Gotanda donde habíamos quedado con ikusuki. Nos zampamos un ramen esperándole y luego fuimos para la estación. Allí llego el tan risueño y majo como siempre. Me despedí de Hiro y me fui con el, ya que Hiro se volvía a su super poblada casa (estos días estaba su hermana con las sobrinas) y yo me fui a acoplarme a casa del Toscano.

La amabilidad Toscana

A partir de aquí seguía en modo zombie pero en manos de ikusuki que siempre es un tio extremadamente majo. Me llevo hasta su casa, explicándome cuidadosamente como ir. Una vez en su casa dejámos las cosas y descansamos un pelín. Lo cierto es que la casa es más grande de lo que parece en los vídeos! Y es muy bonita, me gustó mucho. Como corríamos peligro de hiper apalancarnos nos fuimos a por unas birras e Ikusuki me llevo a su lugar preferido, el templaco de al lado de su casa donde culmina sus conquistas 😛 Tenía miedo de que me atacase xD me tranquilizaba que es pequeño, pero me acojonaba eso de que es segundo dan (creo) de karate, jaja.

Tras hacer el gañan entre tumbas niponas y estar más que congelados volvimos a su casa donde cenaríamos un poco de obento de konbini. Tras esto y con las últimas energías pusimos una película. Que parecía muy divertida, me la apunto para verla, se llama zen zen daijoubu. No pudimos terminarla porque estábamos muertos, así que nada a las 10 a la cama jajaja.

La cosa no terminó ahí, resultaron ser las leyendas de ikusuki del frío legendario de esa casa y de que una noche tuvo que acabar metiéndose en la bañera caliente del frío que tenía. Pues pasé una noche larga debido a esto. Al ir irse para la oficina a eso de las 7:30 me tapó como una madre con su pedazo de funda nórdica y madre mia que bien se estaba, así me quedé hasta que a las 11:30 me llamó Hiroko.

Mudándonos de nuevo

Nos habían dado el piso y había quedado con el tio a pagarle el primer mes (200 euros jojo) y que le diera las llaves. Así que nada tras perderme muchísimo hasta el metro y tal fuimos de nuevo a Tabata, al que sería nuestro nuevo hogar. No teníamos nada, así que al dejar las cosas lo primero que hicimos fue… comer claro! estábamos muertos de hambre! y luego ir a comprar un futón. Volvimos con este y nos subimos las 4 plantas sin ascensor con el… y los futones pesan eh 🙂

Tras esto que os cuento fue cuando grabé el vídeo de la anterior entrada. Después de grabar el vídeo el día se volvió en muy bueno. Fuimos a Shinjuku y conseguimos conexión a Internet para la casa gracias a la tecnología Wimax (de esto ya hablaré en otra entrada), también teníamos nueva funda nordica pal futón que compró Hiro y algunas cosas más que trajo desde Chiba. Para completar al ratito me llego mi maleta con todo dentro. Por lo que ahora la habitación es mucho más completa que en el vídeo. Cuando lo tenga ordenado y peque algunas fotos y eso hago un nuevo vídeo 🙂

La vuelta al cole

Y ya llegamos al día de hoy. En el que ha tocado volver a madrugar, aunque no haya dormido mucho por el jetlag. Cogí la línea Yamanote para ir a la escuela y la encontré menos llena de lo que me temía. He descubierto que si eliges bien el vagón caminas más pero no viajas apretado, por lo que merece la pena.

Una vez en la escuela reencuentro con los compañeros, todos muy contentos de volvernos a ver. Conocimos a nuestra nueva profesora muy simpática y parece buena profesora, pero tiene por delante un arduo trabajo que es superar la marca alcanzada por Naito-sensei que hasta la fecha es mi profesora de idiomas preferida 😉

Tras la clase nos zampamos un ramen los italianos y yo y… ya! ya no he hecho nada más 🙂

Como siempre a partir de ahora las entradas no serán tan detalladas y solo os contaré las cosas interesantes, que ya tengo muchas acumuladas. Como las cosas que he aprendido de futones, la tecnología Wimax esta con la que estoy conectado ahora, el tema de las maletas perdidas, las compañías y los servicios que prestan… en fin que por falta de temas no es. Hasta el siguiente post y gracias por leerme!

Y los reyes majos llegaron…

Se acabó la Navidad, prácticamente se terminó mi viaje por España y todo esto fue con un broche muy especial la llegada de los reyes majos, que es creo sin lugar a dudas mi festividad navideña favorita. Las razones de esto es por como nos lo montamos en mi familia. Que os cuento como lo hacemos.

La noche del 5 al 6 dejamos todos nuestros regalos separados en montones y por la mañana nos pegamos la super madrugada para abrirlos todos juntos. Tras esto vamos a casa de mi abuela y colocamos los que tenemos para nuestros tios, primos y demás familiares y cada uno se encuentra con una nueva montaña de regalos para ellos. Además aprovechamos para tomarnos un buen desayuno/comida y pasar unas cuantas horas en familia de manera mucho más relajada que en el resto de festividades donde parece que ya todo esta mucho más marcado.

La fiesta, al menos para mi, no se basa en recibir regalos, si no más bien en darlos y es que me encanta acertar con ellos y que a la gente le guste lo que le hayas regalado, aunque no siempre sea posible acertar :S o el presupuesto no de para lo que de verdad te gustaría haberle comprado.

Este año los reyes además fueron muy generosos con nosotros y me voy a Japón con un litro de aceite de primerísima calidad, unas zapatillas de estar en casa über-calentitas que en Japón es imposible encontrar de mi talla (una 45), una buena ayuda para lo que será mi único gasto importante en tecnología del 2010, un netbook y luego cientos de cositas más que me han hecho muchísima ilusión.

De regalo también me llevo también la panza bien llenota y buenas reservas alimenticias para soportar el año de vacas flacas además de buenos recuerdos de momentos familiares. Para mostraros uno os dejo un vídeo de mi tio Angel, el bromista el que siempre te pone zancadillitas, el que lanzó a mi hermana como un proyectil contra mi diente… Antes de que poneroslo os aviso de que no hagáis caso a los primeros segundos en los que estamos entonando cantos religiosos y es que a mi familia se le va la pinza de un modo realmente inmenso. Ahora sí, sin más el vídeo:

Mención especial para Guille, que andaba pachucho y espero que se mejore que sin el en plena forma las reuniones familiares no son lo mismo 😉

Escapada a Niigata

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Como ya os apuntaba el otro día me marqué una escapada con el Shinkansen. La razón de esto es aprovechar un billete especial llamado JR east pass que estaba de oferta y que además podía comprarlo desde dentro de Japón. El único requisito era tener visado de visitante temporal y yo de momento lo cumplo. Así que aproveche y me saqué 3 días de Shinkansen por 10.000 yenes, unos 75 euros. La clave es que no tienen porque ser consecutivos estos días. Así que me escapé el domingo y lo volveré a hacer el finde que viene 🙂

El destino elegido fue Niigata. La razón, pues no se, porque esta más o menos lejos y era un lugar que si no tenía esta oferta de billete no creo que fuera a visitar de otra forma. Y es que el billete de ida y vuelta a esta ciudad que yo reservé costaba 20 mil yenes y yo lo tenía incluido dentro de los 10mil yenes los tres días. Pero sin liarme, paso a contaros la visita y a enseñaros las fotos, que esta vez estoy bastante contento con el resultado obtenido.

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Este tren a vapor fue lo primero que me encontré al bajar de mi Shinkansen, me hizo una ilusión tremenda verlo, era una máquina increíble, detrás tenía su vagón de carbón y tal. Me dieron ganas de montarme en el, pero decidí quedarme por la ciudad.

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Si me hubiera montado, hubiera ido dentro de este vagón, bastante cuco la verdad.

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Gracias a que no fui, pude ver templos rodeados de árboles tan increíblemente bonitos, como este de arriba. Encabezando el post podéis ver el mismo árbol con el templo al lado una de mis fotos preferidas del día.

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Y de gatos de templo tan majetes como este. Y es que por alguna extraña razón, en todos los templos que iba había gatos. Supongo que lo que sucede es que la gente les da de comer aquí 😉

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Aquí el mismo templo encuadrado en un tori de piedra. Si bien no soy mucho de templos los pequeñitos de esta ciudad me encantaron porque estaban vacios y fueron un lugar muy interesante donde reflexionar rodeado de mucha paz.

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También me entretuve haciendo fotos a las luces y a los colores de las hojas, y es que esto de viajar solo da mucho pie a dedicar el tiempo que quieres a las cosas que quieres.

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Lo dicho más pruebas de fotos, aquí andaba aprendiendo a usar el enfoque bien.

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Este viaje lo hice sin guía y fue una sucesión tras otra de ir yendo a sitios que me parecían interesantes. De esta forma llegué a las orillas de un río rodeado de árboles con las hojas de color fuego que sin lugar a dudas fue el mejor momento del viaje. Aproveché para hacer muchas fotos y probar muchas cosas y también para sentarme a desayunar en un banquito mirando al río.

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Los colores de las hojas me parecían espectaculares.

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También las casas de los lados eran alucinantes, todas tradicionales con tejados geniales con los de las películas y este en partícular con un tejado de un azúl muy vivo.

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Visite más templos pequeños pero alucinantes y habitados por absolutamente nadie, como mucho por uno o dos dioses y con su permiso me dedique a hacer fotos sin parar.

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Y entre todas las que hice algunas me gustaron como quedaron. Ya me voy sintiendo más cómodo con la cámara.

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De ahí me fui a otro templo más grande, pero seguía solo, así que continué aprovechando y haciendo fotos sin parar.

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Esta es una de las que más me molan también, sin tener mucha idea creo que la composición no es del todo mala y se me hace agradable verla.

Podéis ver más fotos en su galería de flickr.

El resto del día lo pasé más metido en la ciudad que ya no tenía mucho interés y donde no encontré nada que me llamase la atención para fotografiarlo. Lo único así interesante que encontré fue un mercado natural al lado de uno de los grandes ríos de la ciudad donde aproveche a comprar algo de dulces para llevar a Hiroko de regalo de viaje, o de Omiyage como le dicen por aquí.

En definitiva un viaje que disfruté mucho, lo pasé muy bien, hubo una luz suave y muy bonita y aprendí mucho de la cámara y de las fotos. Si volviera al pasado lo volvería a hacer, pero si no tuviera esta oferta y tuviera que pagar los 20mil yenes que cuesta ir regulamente lo tendría claro y me quedaría por Tokyo o visitaría algo más cercano.

Pues eso, espero que os hayan gustado las fotos. A ver si mañana saco otro rato y os saco otro post con más fotos otoñales que tengo aún en la recamara.